a lo largo de los años han ido apareciendo diferentes dispositivos, aplicaciones y software para facilitar su implantación y uso para la formación, contando también con herramientas como facebook, twitter o youtube; que no han sido creadas inicialmente con ese fin, pero que igualmente pueden aplicarse en el aula a través de pantallas digitales, ipad o smartphones. toda una revolución tecnológica que llega a las aulas.

 

 Sobre el uso de las TIC en el aula y sobre sus ventajas e inconvenientes mucho se ha escrito y el debate sigue abierto. Cada vez se dispone de más recursos y dispositivos para su utilización en la enseñanza. Sin embargo, esta utilización debe ser correcta para que realmente se pueda formar y educar a los estudiantes y se obtenga el máximo rendimiento de cada una de las herramientas que hoy en día hay disponibles.

 

Un buen uso para el que “en el mundo educativo a las TIC les faltaría la ‘e’ para la educación”, explica Jorge Casesmeiro, miembro del Colegio Profesional de la Educación de Madrid, quien añade que hay que estar concienciados de que se “trata de medios para educar y de que toda la acción que se realice debe formar en competencias técnicas e intelectuales, además de haber un nivel ético o social y un nivel emocional”.

 

Y es que las nuevas tecnologías están tendiendo a hacer que los espacios de aprendizaje sean cada vez más difusos, pero también están facilitando que se tenga acceso a Internet en cualquier lugar “y eso se puede utilizar de forma positiva para que los estudiantes aprendan”, afirma Javier Arróspide, profesor de Tecnología en el Colegio Internacional SEK El Castillo.

 

De hecho, así es porque, sobre todo universidades y escuelas de negocio pero también algunos colegios e institutos, están implantando las TIC con campus virtuales o grupos específicos en Internet, aparte de utilizar redes sociales, aplicaciones y plataformas como Moodle o Webquest, y contar cada vez con  más dispositivos como el iPhone, iPad o e-readers.

 

Todo un conjunto de herramientas y dispositivos, cada uno de los cuales tiene unas características y posibilidades de formación específicas que conviene tener en cuenta a la hora de crear los contenidos educativos y de programar las actividades formativas.

 

Ventajas generales de las TIC en la educación

 

Las TIC aplicadas a la educación presentan diferentes ventajas tanto para los estudiantes como para profesores. Y es que permiten mantener la comunicación con los estudiantes, incluso, de forma personalizada, “secuenciando al estudiante a su propio proceso”, afirma Jorge Casesmeiro, miembro del Colegio Profesional de la Educación de Madrid, quien añade que “los medios introducen muchas plataformas de intercambio y comunicación. Es un ámbito a explorar. Todo puede potenciar o tener un efecto multiplicador de la creatividad si se usa bien”.

 

Igualmente, se facilita que se puedan preguntar dudas sin tener miedo o sentir vergüenza. Además, el estudiante está más motivado, estando más predispuesto al aprendizaje, aparte de prestar más atención y ser más participativo.

 

También se produce una retroalimentación constante, dado que el medio exige respuestas y acciones de inmediato de los usuarios, lo que posibilita que el estudiante pueda conocer de forma inmediata sus errores.

 

Otro punto a favor es el hecho de que la realización de las tareas educativas con computador, lo que permite obtener un alto grado de interdisciplinariedad por la gran capacidad de almacenamiento, lo que redunda beneficiosamente en la posibilidad de desarrollar un amplio abanico de actividades.

 

Igualmente, se facilita el trabajo en grupo, ya que permiten intercambiar ideas y cooperar para buscar la solución a un problema, compartir información y actuar en equipo, contribuyendo a evitar que los alumnos no se aburran. Y, por supuesto, su uso en las aulas permite que los estudiantes desarrollen habilidades y aprendan a utilizar el computador, Internet, los buscadores y otras herramientas TIC que le permitirán adquirir competencias TIC que serán importantes y válidas en el futuro.

 

Cómo utilizar las redes sociales en el aula

 

Una de las herramientas que tiende a utilizarse en el aula son las redes sociales. Y, a pesar de que presentan algunas desventajas e inconvenientes, su introducción en el aula es positiva porque “están autorizadas por un adulto y favorecen la apertura hacia la sociabilidad y la participación en grupos”, explica Pedro Santamaría, miembro del Colegio Profesional de la Educación de Madrid, quien añade que en su utilización no hay que perder de vista su principal problema: la expresión escrita, que está sufriendo por el uso de abreviaturas de comunicación que van en contra de las reglas ortográficas como consecuencia de la rapidez de querer comunicarse.

 

No obstante, salvo este inconveniente, las redes sociales son una herramienta positiva para la socialización, pero siempre supervisada por tutores. Y, dentro de las redes sociales, la red por excelencia es Facebook, una de las más utilizadas en España. Sus posibilidades de uso son diversas. Por ejemplo, se pueden crear grupos en Facebook para que los alumnos puedan chatear con el profesor, publicar contenidos interesantes relacionados con la asignatura, plantear preguntas…, entre otras funciones como, por ejemplo, la creación de un grupo por parte de los alumnos para practicar idiomas. Aparte, los padres pueden seguir también lo que hacen sus hijos en el aula y las tareas que tienen que realizar.

 

Además, al estar moderado por un adulto, en este caso, el profesor, los estudiantes “pueden distinguir que se trata de un contexto formal de aprendizaje, pero no tan restringido en el tiempo y el espacio como un aula”, afirma Javier Arróspide, profesor de Tecnología en el Centro Internacional SEK El Castillo.

 

Un potencial que próximamente se va a incrementar con el reciente anuncio de la  de Facebook para entrar de lleno en las aulas: Grupos para Escuelas, en la que cada centro educativo podrá disponer de un grupo en el que sus miembros, siempre que tengan una cuenta de correo electrónico activa de ese centro, podrán formar parte de esa comunidad para conocer las noticias de actualidad del centro, agenda, acceder a recursos formativos, compartir vídeos y fotos y apuntes u otros documentos de utilidad para las asignaturas o debatir.

 

Además, Facebook, recientemente, ha rediseñado su Centro de Seguridad para las Familias para incluir información dirigida exclusivamente a profesores para su uso en el aula TIC sin tener que utilizar perfiles personales por parte de los estudiantes ni de los profesores.

 

Muy útil también es Twitter. En este caso, se puede acceder y compartir información actual de forma rápida y sencilla, teniendo a disposición enlaces a contenidos de interés como artículos, entrevistas o informes, entre otros materiales, aparte de poder hacer un seguimiento de un tema específico a través del sistema de búsqueda.

 

Otras utilidades de Twitter en el aula son su empleo como canal de comunicación más directo y rápido con el profesor y estudiantes y con estudiantes o docentes de otros centros o instituciones, además de poder subir archivos, trabajos, deberes, presentaciones, monografías… a través de aplicaciones como Scribb, Slideshare o Twitdoc y de ser utilizada para debatir haciendo uso de un hashtag.

 

Pero, además, Twitter también fomenta la capacidad desíntesis, al tener que utilizar tan sólo los 140 caracteres, y desarrolla actitudes positivas al lograr seguidores y permite construir una red de contactos para interactuar con profesionales del medio y líderes de opinión con los que los estudiantes pueden entablar conexiones para obtener información.

 

Y, por supuesto, tampoco puede faltar en las redes sociales YouTube. En este caso, se dispone de un apartado específico de Youtube para Escuelas (YouTube for Schools) para su uso en los centros educativos, que permite el acceso a vídeos de distintas materias formativas, de manera que se impide el visionado de otros vídeos no educativos. Los vídeos a los que se accede pertenecen a unas listas de vídeos que están agrupadas y por materiales como matemáticas o lenguaje, que forman parte de Youtube EDU, un canal que está específicamente diseñado para contenidos educativos.

 

Evidentemente de nada servirían estas herramientas como las redes sociales u otras aplicaciones si no hubiese dispositivos para que pudieran ser empleadas. Dentro de ellos, se hallan las pizarras digitales, que son las más extendidas, sobre todo, en los colegios, y que facilitan “el aprendizaje cooperativo”, aparte de “tener un alto grado de interdisciplinariedad en las asignaturas, ayudar a alfabetizar tecnológicamente al estudiante y al profesor y que se manejen mucho mejor el conocimiento de cada asignatura y la información”, según explica Pedro Santamaría, miembro del Colegio Profesional de la Educación de Madrid.

 

También pueden utilizarse otros dispositivos como los smartphones e iPhone, que presentan la ventaja añadida de la movilidad para poder acceder a plataformas formativas y contenidos en cualquier momento y lugar, característica que también está presente en el iPad. Dentro de las posibilidades que pueden tener para la docencia, además de acceder a campus virtuales, en el caso de smartphones y tabletas.

 

La utilización de este tipo de dispositivos requiere habitualmente de aplicaciones o apps o de software específico, cuya generación ha crecido exponencialmente. No obstante, el software que se emplee para las pizarras digitales u otros dispositivos deben tener una serie de características. Según explica Javier Arróspide, profesor de Tecnología en el Colegio Internacional SEK El Castillo, “deberían estar dirigidos al trabajo colaborativo. El tiempo que los estudiantes están en el aula es una oportunidad de oro para que trabajen en grupo y puedan ayudarse unos a otros a aprender más de lo que lo harían solos. Y, no únicamente en lo relativo a los conocimientos, sino a habilidades sociales”.

 

Las TIC y los docentes

 

Uno de los temas que siempre genera controversia en la relación a la introducción de las TIC en las aulas es el papel de los docentes y, sobre todo, si disponen de la formación precisa y adecuada para emplearlas en el sistema educativo, seminarios o congresos. Las opiniones son diversas, incluso dentro del cuerpo de docentes entre los que hay quienes consideran que sí hay preparación suficiente, mientras que otros se inclinan por apuntar que es necesaria más formación para poder hacer un buen uso de las TIC en el aula.

 

Sin embargo, a pesar de las ventajas de las TIC en el aula,  no están siendo en general muy utilizadas. De hecho, “un porcentaje bajo las usa para las clases porque hay que ser un usuario avanzado, que te guste y saber sacar el rendimiento a esas tecnologías en el aula”, concluye Emilia Sánchez. Además, hay que tener en cuenta que el uso de las TIC es voluntario, salvo que el centro esté dentro de algún programa específico en esta materia.

 

Consejos clave para usar bien las TIC en el aula

 

Las TIC para que realmente puedan tener un uso educativo deben ser bien utilizadas y sacarles el máximo rendimiento. Para ello, es fundamental que se utilicen como un medio y no como un fin. “Primero se debe pensar ‘qué’ se quiere enseñar y ‘cómo’ se quiere enseñar y, después, ‘con qué’ medio: si la pizarra digital, la tableta o cualquier otro medio tecnológico que se considere adecuado”, según explica Javier Arróspide, profesor de Tecnología en el Colegio Internacional SEK el Castillo.

 

Según Javier Arróspide “un método malo no se vuelve bueno sólo por usar las nuevas tecnologías. Por ejemplo, si enseñas a resolver ecuaciones diciendo que el más pasa al otro lado como menos, puedes diseñar una presentación dinámica en la pizarra digital, pero no les estás explicando bien a los etudiantes por qué eso debe ser así”.

 

Además, en el uso de las TIC en el aula es muy importante que las actividades estén diseñadas paraque haya una fase de investigación previa y otra de reflexión posterior. “Los estudiantes de hoy en día están muy acostumbrados a la inmediatez de la información. Pero una información que no se sabe filtrar y sobre la que no se sabe reflexionar, no aporta nada”, asevera Arróspide. Una opinión que también es compartida por Jorge Casesmeiro, miembro del Colegio Profesional de la Educación, quien afirma que “falta por incorporar enseñar a pensar, a desarrollar un espíritu crítico, que se favorezca una madurez en el pensamiento y enseñar a escoger, a cribar, porque hay herramientas que ofrecen información pero hay que enseñar a escoger lo relevante”.

 

Fundamental es también que se haga un esfuerzo por que las TIC les ayuden a profundizar en lo que los alumnos estén aprendiendo y a entender las cosas de forma activa, porque “igual de malo es limitarse a copiar lo que dice el profesor que limitarse a copiar y pegar lo que dice la Wikipedia”, afirma Javier Arróspide, quien explica que “los estudiantes de hoy están acostumbrados a recibir información constantemente y desde todos los lugares como WhatsApp, Facebook, Twitter… Casi nadie hace ya sólo una cosa cada vez. Sería importante entrenarlos para ser capaces de concentrarse en una sola cosa para así poder hacerlo, por lo menos, cuando quieran profundizar en algo. Se trata de que puedan ser tanto multitarea como monotarea y saber cuándo ser una cosa y cuándo otra”.

 

Y, por supuesto, no puede faltar la motivación del estudiante porque para que “esas herramientas sean multiplicadoras, el estudiante tiene que tener una actitud hacia el aprendizaje. En muchos casos, los estudiantes dan un uso lúcido y no entienden las TIC como una herramienta para desarrollar el aprendizaje de matemáticas o el arte”, matiza Pedro Santamaría, miembro del Colegio Profesional de la Educación de Madrid.

 

Pero estas claves de poco sirven si realmente la cumplimentación de las TIC en el aula no pasa por una cultura en el centro y con unos fines educativos y se introduce esa cultura con improvisación. De esta manera, “una vez que el centro emprende ese camino se trata de formar al profesorado, que es fundamental porque los cambios de modelo sin acompañamiento están fracasando porque se tienen buenos medios pero falla el sistema”, afirma Jorge Casesmeiro, miembro del Colegio Profesional de la Educación de Madrid, quien incide en la importancia de, “ante el cambio de modelo, plantearse qué se quiere conservar de los medios anteriores y lo que se quiere realizar con las TIC”.

 

Además, también es importante que en el uso de las TIC no se olvide que la virtualización de la experiencia tiene un componente de desconexión con la realidad más inmediata, y que se siga ejercitando la memoria porque el hecho de disponer de la información a través de Internet o de buscadores como Google está impidiendo que se ejercite realmente. Y, por supuesto, se debe transmitir la importancia de la intimidad y la privacidad ante el auge de diversos medios y herramientas en las que las personas están sobreexpuestas.

 

Y, todo ello, debe ir acompañado de compenetración entre los equipos docentes, el centro y la familia. Precisamente, la familia juega un papel fundamental porque “la educación previa debería empezar en ella. En su seno tendrían que hacerse una serie de prácticas ya educativas en las que se les de una utilidad adecuada a las tecnologías y no sólo como un recurso lúdico. Tiene que haber una complementariedad entre las dos educaciones”, afirma Pedro Santamaría.

 

Finalmente, según Santamaría, también se necesita un compromiso económico. Hay que ser conscientes de que hay que destinar partidas al “mantenimiento de las tecnologías, lo que requiere de unos presupuestos sólidos para ponerse al día porque las tecnologías se están renovando”.