La Institución Educativa José María Obando lleva este nombre en memoria del hijo ilustre de Corinto, Corinto, el General José María Obando, nacido en 1795, presidente de Colombia en 1853 – 1854.
Está ubicada sobre la calle real, fue la primera escuela de varones del municipio fundada en 1893 según escritura pública No. 313 de Febrero 12 de 1893 de la notaría de Santander de Quilichao Cauca.
Por incursión guerrillera al puesto de policía su planta física fue muy afectada en el año 2001, siendo demolida. Posteriormente con apoyo de la red de solidaridad se construyó la existente que consta de dos plantas, en la primera se encuentra: cinco salones de clase, de los cuales a dos les falta piso, puertas y ventanas, sala de sistemas, sala de electrónica y/o audiovisuales, baterías sanitarias para docentes y estudiantes, taller de metalistería, una pequeña biblioteca. En la segunda planta se encuentra la secretaria y ocho salones de los cuales a dos les faltan puertas y ventanas
La Institución Educativa José María Obando, nació en el año 2003 con la fusión del bachillerato nocturno Juan Pablo Peláez con la escuela mixta José María Obando, el 20 de Agosto, la Policarpa Salavarrieta No. 2, el Jardín Personitas, la escuela rural mixta el Jagual y el aula de estudiantes con necesidades especiales.
Los estudiantes de la institución educativa José María Obando del municipio de Corinto, Cauca, en su gran mayoría son niños, niñas y adolescentes que a causa de la violencia algunos han perdido a sus padres y viven con un familiar, otros porque sus padres trabajan durante el día, permanecen largo tiempo solos sin una autoridad en casa, en ocasiones a ellos se les ha encomendado el cuidado de sus hermanitos y lo más preocupante, la autoridad la ejerce el vecino en ausencia de sus padres, un 35% son hijos de madres solteras, otro 25% vive con padrastros.
El 70% de los estudiantes que pertenecen a la institución son mestizos, un 15% indígenas, un 15% afro descendientes, sus edades oscilan entre los 5 y 12 años en primaria, en secundaria de 10 a 18 años y en la jornada nocturna las edades oscilan entre 15 y 60 años; algunos trabajan en la plaza de mercado para contribuir al sostenimiento del hogar, vendiendo minutos, transportando mercados los fines de semana, vendiendo en los graneros y supermercados y otros cogiendo hoja de coca.
Determinado número de estudiantes viven en veredas retiradas, situación que les obliga a madrugar un poco más que a los otros y de regreso llegan tarde a sus casas, no tiene acceso a las bibliotecas, salas de internet y, a veces, ni libros de consulta en la casa, ocasionando con esto bajo rendimiento académico, lo que conlleva a burlas e indiferencia por parte de los compañeros de clase, lo cual crea complejo de inferioridad e intolerancia en estos niños.
La familia es la base primordial de la sociedad para formarse en el transcurso de la vida, desafortunadamente como ocurre en todas partes, Corinto no es la excepción. Un 35% son hijos de madres solteras, otro 25% viven con padrastros (a) que en la mayoría de los casos les afectan la convivencia, muchas madres cabeza de hogar por el desempleo en el pueblo se van para la cuidad a trabajar en oficios domésticos, dejando solos a sus hijos e hijas sin dirección ni control. Otros padres y madres trabajan en la siembra, producción y exportación de sustancias psicoactivas involucrando a sus hijos en lo ilícito sin prever las consecuencias de estos actos irresponsables.
La mayoría de padres de familia del sector urbano son corteros de caña, otros son trabajadores independientes que derivan su sustento de la actividad comercial de la plaza de mercado y oficios varios, además se encuentran ubicados en estratos 1 y 2. Profesan diferentes credos religiosos.
Algunos padres de familia por su poca educación, desintegración familiar, no dimensionan el daño que le causan a sus hijos, por ello, los jóvenes están cayendo en situaciones de riesgo tales como: embarazo a temprana edad, consumo de bebidas embriagantes, sustancias psicoactivas, trabajo sexual, transporte de droga y milicianos.
Los estudiantes que vienen del sector rural presentan un comportamiento diferentes al de los niños del sector urbano ya que sus padres dependen económicamente del trabajo agrícola, y del rebusque. Estas actividades no le proporcionan los ingresos necesarios para sostener a sus hijos quienes deben ir a la escuela mal alimentados y sin los útiles necesarios para afrontar la escolaridad.